Han pasado muchos años desde que asumí que era gay, bueno que soy gay. Eso fue cuando tenia 19 años (ahora tengo 26). En el fondo siempre lo supe, y ver a mis compañeros en clases (y no a mis compañeras) o quedarme viendo a un chico en la combi, o a mi profesor de educación física por el cual todas las chicas se morían y creo que yo también, me fueron dando pistas que trataba de negar en mi cabeza, o trataba de huir de esa idea haciéndome ilusiones con alguna chica que “me gustaba”.
Ya en la universidad fui pensando mas en el asunto y bueno me di cuenta que no era una “faceta”, ni una “etapa”, era mi vida así era yo y era muy poco lo que podía hacer para cambiarlo. Así que a los 19 años lo acepte, y dije si SOY GAY. Pero ahí no acaba el asunto. Si bien es cierto fue una batalla ganada, fue por así decirlo la mas sencilla, habían muchas otras cosas que afrontar.
En la universidad me enamore, como suele pasar fue de mi mejor amigo, claro que el tenía enamorada, que también es mi amiga. Pero era mi amor platónico. Y aun lo es de alguna forma aunque ya no nos vemos.
Poco a poco fui entrando en “la nota” y por Internet, y por el blah (para los que no se acuerdan era un chat por celular que tenia Tim, lo que ahora es claro) conocí gente, muchas personas quieren hablar contigo si les dices que no tienes experiencia. Pero en fin conocí “amigos”, y luego de un beso fugaz en una disco de ambiente (a la que fui con mis amigos heteros a curiosear) tuve mi primera relación sexual, y fui conociendo mas chicos, pasaba muchas horas metido en la cabina, conversando de todo y nada con gente que no concia, incluso gente de otros países que era lo que mas me gustaba.
Pasaron 6 largos años para que me anime a contarle a alguien de mi entorno que yo era gay. Fue uno de mis mejores amigos, estuvimos tomando desde las 9 de la noche mas o menos, y ya cuando eran las 6am, y cuando el trago te hace hablar tonterías, le pregunte me consideraba su amigo, me dijo que era su hermano, y le dije bueno tu hermano es gay. Después que lo solté no sabía que hacer. Era una mezcla entre arrepentimiento y liberación. Después de tanto tiempo le decía a alguien que era gay. Me gustó mucho su reacción, me dijo que no había problema y que me seguía queriendo igual. Fue al primero que le abría la puerta a mi mundo, a mi vida, fue un gran alivio. Tenía alguien con quien hablar cosas mías, cosas personales que antes solo compartía con extraños a través de una pantalla.
Pasaron algunos meses y conocí a un chico por el msn. Él es muy simpático, menor que yo, me gustó, el primer día que nos conocimos, tomamos unas cervezas en la tarde. Él tuvo que ir a hacer unas diligencias en la noche, pero nos encontramos luego cerca de las 10:30pm y bueno seguimos tomando. Nos fuimos a un karaoke, me cantó, yo estaba algo picadito, y llore delante de él por una canción que me recordaba a una amiga muy querida, estuvimos agarrados de la mano. Luego nos quedamos en la calle como hasta las 6am. Era un martes a las 6 am y nos besamos en una calle del centro de arequipa. Fue muy tierno, muy bonito todo, y cuando llegue a mi casa, mi mamá preparaba el desayuno para mi hermano, que se iba a trabajar, mi papá no recuerdo bien porque pero estaba acá (el trabajaba fuera de Arequipa) y bueno les pedí que se sienten, y entre muchas lagrimas (porque soy un llorón) les dije que soy gay. Lo dije y rompí en llanto. Esperando la reacción que yo suponía iba a ser que mi madre me abrazara, y mi papa haciendo muchas preguntas. Pero no fue así, mi padre se levanto y me abrazó muy fuerte y mi mamá empezó con las preguntas. Y si me reprocharon algo, me dijeron por qué lo había callado tanto tiempo. Y mi única respuesta fue que no sabía como iban a tomarlo y que aun no estaba preparado para afrontarlo. Pero ya ven era cierto no sabía como iban a tomarlo, pero no lo supe hasta cuando se los dije, y cuando lo hice fue como si soltara un roca de mil toneladas que no me dejaban avanzar. Volví a sonreír y a vivir la vida con alegría, si al principio se sentía raro, pero cuando salía a conocer a alguien ya no necesitaba mentir, simplemente decía que iba a encontrarme con un amigo y ya.
Hasta ese día de la última semana de noviembre solo mis padres y mi amigo sabían que yo soy gay. La cuarta persona que se enteró casi se cae para atrás cuando se lo conté. Fue algo gracioso la verdad. ¿No les ha pasado que alguna amiga al verlos “tan solos” sin ninguna chica, les quiere presentar a todas sus amigas para que salgan con ellas?. Bueno en ese plan estaba mi amiga, queriendo presentarme a fulanita que es muy buena, que es linda, que es trabajadora y con la cual yo haría una muy bonita pareja. Yo me reía por dentro cada vez que la escuchaba decir tantas cosas que para mi eran tonterías y me moría por decirle que me presente a un amigo suyo muy simpático jejejejejej. Una día de tantos tomándonos un trago en un bar, le dije que no quería que me presente a nadie porque ya estaba saliendo con alguien. Cuando hizo la pregunta del millón ¿con quién? Le solté el nombre de mi pareja: César. Estoy seguro que si no hubiera estado sentada se caía jajajaj. Y bueno empezaron las preguntas y todo el rollo que se imaginan, pero nunca note un leve aire de discriminación o rechazo y eso me encantó cada vez mas gente sabía que soy gay y me seguían queriendo igual, y mi relación con esas personas no cambió para nada, salvo que ahora hay muchas mas confianza.
Y bueno ayer, para variar medio licoreadito, le conté a otro de mis mejores amigos que soy gay. Y adivinen cual fue su reacción? Pues me dijo que no le importaba que el me quería un huevo (citando sus palabras jajaj) y ya.
Es verdad hay mucha discriminación acá, allá y en cualquier lado al que miremos. Pero también es verdad que los verdaderos amigos son eternos y que una buena amistad, no se daña por contar que eres gay. Una buena relación con los padres no se rompe por decir que te gustan los chicos, siendo un chico o las chicas siendo una chica. Esos lazos se fortalecen, y la confianza depositada se recompensa con una sonrisa, una broma en buena onda, un abrazo o simplemente una mirada que es a veces, mucho más valiosa que mil palabras.
Agradezco a Dios la familia que me dio y los amigos que me permitió conocer. En algún momento rondó por mi cabeza acabar con esta vida de mentiras, pero siempre hubo alguien ahí que ponía los pies en la tierra. Hoy esa gente es la que me rodea.
No se si estoy saliendo del closet o no. Pero estoy abriendo una puerta que tuve mucho tiempo cerrada y que me aislaba del mundo, hoy esa puerta esta abierta, y sí es cierto solo pasan los que yo quiero, pero con ellos es suficiente.