Hola Fer.
Respondiendo a tu pregunta: "NO".... Si ser gay es de mártires, tener pareja gay sin ocultarse es el acto de canonización mismo. Te cuento algo, mi madre es un pan de Dios, ella respeta que sea gay, hasta que no me vea. Convencer a los católicos que no soy estoy poseído por el demonio, y que no permitiré (en todo caso) que me exorcicen, es una tarea ardua, harta en berrinches de niño pequeño (te dirán un montón de razones, una más risible que la anterior).
Viví cerca de 10 años de mi vida como si fuera el bicho raro, el primo con gusto extravagantes, el sobrino que le gustaba tener amigos igual de extraños que él, que se encerraba horas en su cuarto con el "buen amigo de turno" (esa palabrita "pareja", excluida del diccionario familiar)... No, qué va, si a poco les faltaba colocarme una alarma para saber donde estaba. Fíjate, mi despertar sexual, que lo tuve, pero tarde, jeje, empezó en el período de la "mentalidad pajilla", en esa en que los compañeros de colegio llevan revistas pornográficas al aula. Hubo un compañero, que en un momento dado, me dio un beso en la mejilla, lo acepté como natural (aclaro, el beso en la mejilla, en el tiempo de nuestra generación - base 30, ahora- es el equivalente del "pico-saludo").
Mi madre no entendió por qué su hijito prefería la compañía de su amigo a la compañía de la niña que me pelaba los ojos y a la cual acompañaba a su casa... La verdad, mi amiga sigue siéndolo, pero más amigo soy de su chica (es lesbiana). No menciono a mi padre, mi padre biológico, no lo llegué a conocer muy bien, falleció hace un tiempo pero, lamentablemente, no quiso tener una cercanía estrecha con nosotros... (Siempre detesté la cizaña de algunos: "Tú eres gay porque tu padre no estuvo presente").
Aclaro, tuve figura paterna, y muy buena, mi tío, al que quise en vida y ahora que no está a nuestro lado, lo quiero más.... He tenido buena suerte, las personas a las que más he querido me han tratado con respeto, pese a que no aceptaron a mis parejas, no los hicieron a un lado, y trataban que se integraran con invitaciones para alguna reunión familiar, claro, eso sí, frente a los demás, era "mi mejor amigo"... Bonito título, que a fin de cuentas no dejaba de ser en parte cierto, mi "pareja de turno" (qué pu...tito suena eso, perdón pero es cierto) era mi mejor amigo, pero con un "plus" adicional.
Las cosas han ido bien saliendo del seno familiar, he tenido relaciones largas (de 6 y de 4 años) ; y en parte, es debido a cómo me educaron para elegir a la persona que vale la pena arriesgarse el alma por enamorar (ok, cierto, admito, soy coqueto, no me cuesta mucho - me salió lo soberbio-) Los valores, son indistintos para gays y para heterosexuales, tú eliges a quien esté en armonía contigo, ya sea porque te gusta su forma de ser, su inteligencia o su espíritu luchador (algo de romántico también tengo).
Lo ideal para que una pareja prospere es la convivencia. Puedes confiar y querer mucho, pero necesitas también quererlo mientras ronca y más aún después de que ha comido frejoles... Momentos difíciles, momentos felices, momentos trágicos (por que también de estos hay), y las dulces reconciliaciones... Que alguien me diga, ¿acaso no es esto tan parecido al matrimonio heterosexual, claro, sin los "derechos" que por justicia merecemos? Hay muchas cosas buenas, incluso cuando terminas una relación, es muy difícil odiar después de amar tanto... Es imposible... Me gusta conversar con mis ex, les hablo, conversamos, no nos vemos seguido, porque se convierten como los amigos lejanos pero presentes, con los que puedes contar en caso lo requieras.
Hoy, soltero, por decisión, sigo extrañando la sopa de gallina que preparaba mamá en casa, pero no cambiaría lo que tengo... Me ha costado que se me reconozca - en mi familia - como lo que soy, LIBRE, al margen de si me gustan o no los hombres... Y si estoy bien con mi familia, ¿qué más da el resto?
AS